Durante el transcurso de esa década, el sueño se hizo a veces incierto, como suele suceder con los sueños, pero mientras el grupo continuaba colaborando hacia su meta, el sueño se volvió más sustancial y empezó a tomar forma. Aunque la historia de la industria siguió siendo un elemento importante, los fines educativos se convirtieron en prioridad.

Al explorar las posibilidades de establecer un Centro Educativo, los fundadores descubrieron que la percepción del público del granjero productor de leche, y de la industria como un todo, se había quedado estancada en la década de los cuarenta. Se vio la necesidad vital de educar al público basándose en la pujante y moderna industria lechera de nuestros tiempos, de alta tecnología y ecológicamente responsable. La necesidad de información sobre nutrición y un entendimiento de las fuentes de nuestros alimentos se hacía cada vez más relevante, pues las nuevas generaciones se iban alejando más y más de la granja. Fue el Centro Educativo y Museo de Southwest Dairy el que decidió afrontar este reto.

En 1991, el sueño se hizo realidad al inaugurarse el Centro Educativo y Museo de Southwest Dairy. Localizado en Sulphur Springs, Texas, el Centro sirve como sede de muchas actividades de los programas educativos del Museo, incluyendo una flotilla para los Salones de Clase Móviles.

El Centro es una estructura de 10,000 pies cuadrados construida de piedra blanca en el estilo tradicional de las granjas lecheras. Su exterior se ve realzado por un silo de cinco pisos que alberga una sala de conferencias. (De usarse en el ambiente de una granja, este silo tendría una capacidad de aproximadamente 330 toneladas de ensilaje de maíz.)

La preservación histórica se concentra en la producción de leche antes de la llegada de la electricidad a las áreas rurales. Las viñetas muestran la vida familiar durante este período, porque la producción de leche en aquel entonces era principalmente una industria familiar.